jueves, 7 de mayo de 2015

Esas cositas que mejor no

Hasta el momento, me declaro fan de Japón. Todo me gusta, todo lo disfruto. Por suerte, no tengo grandes dramas con la comida: salvo morrón crudo y mondongos, en general me gusta todo. He desayunado sopa de pescado sin chistar y algún que otro langostino sin pelar. El invierno fue duro, pero esta gente está tan preparada que tienen unos parches  que se llaman kairos que emanan calor. Tienen kairos para bolsillos, para medias, para manos, para espalda, para cuello, para el pecho de Riquelme, para todo. Y ahora que está lindo, salgo con una sola capa de ropa. No me molesta que se maneje doblemente al revés (del lado contrario en la ruta, y el volante a la derecha), sólo me llevó un par de sustos en los que todos venían en contramano hacia mí.

Pero sí, hay cinco cosas que me harían la vida acá más feliz si fueran distintas.

1- No hay tachos de basura por la calle. Como clasifican los residuos, no se puede tirar todo junto en un mismo tacho. Lo que no entiendo es por qué no ponen, justamente, distintos cestos, uno para cada uso. La situación es la siguiente: estás como nosotros, en el festival del pito. Te compraste una banana con forma de miembro, esposo se compró una bandeja de albóndigas de pulpo con salsa boloñesa, y cada uno su Asahi, la cerveza local. Recién arranca el festejo, todavía quedan unas tres horas de pitos marchando. Avanzamos entre miles de personas se pasean por la calle, chocándonos todos entre sí. Hete aquí que nos encontramos llenos y satisfechos, buscando la ubicación para la panorámica perfecta del desfile fálico. La conseguimos. Tenemos un sólo problema. Estamos en el evento más extraño de nuestras vidas, pero no podemos sacar ni una foto: estamos sosteniendo dos latas vacías, un cartón lleno de boloñesa, y una mano llena de chocolate. Por eso ahora, antes de comprar algo, planificamos estratégicamente cómo deshacernos de los cadáveres de nuestro tentempié. 

2- En los restaurantes, no suelen poner servilletas. Al entrar, la moza trae unas pequeñas toallas, húmedas y calentitas, para higienizarse las manos antes de comer, o bien toallitas húmedas descartables. Eso es lo que usan si querés limpiarte la boca, con esa toalla, mojada, y que además, muy posiblemente ya esté fría. Ya no pido más spaghetti con salsa, salvo que lleve un cargamento de carilinas. 

3- No hay toallas de papel en los baños. Solamente el soplador de aire para secarse las manos. Hay momentos en la vida que demandan una decisión. O esperas veinte minutos a que el soplador haga efecto, o te pasa como a mí, que en cuatro meses, nunca salí del baño con las manos secas. Por suerte, esposo todavía no se dio cuenta de que ese mimo repetitivo en su espalda cuando salgo, tiene una intención oculta. 

4- A pesar de que por la calle no se pueda fumar salvo en lugares específicamente señalizados para ello, sí está permitido hacerlo dentro de casi todos los restaurantes y bares. Aunque estén "separados" fumador de no fumador, es una separación tan simbólica como irrisoria. Separados por un pasillo, por una cortina. Estamos cenando en Nagoya con esposo por nuestro aniversario. El restaurante es muy lindo y paquete. Como muchos otros acá, está en un subsuelo, es decir, sin ventanas. Dos copas de vino blanco, una tabla de sushi interminable en la mesa, y cuando parecía la cena del milenio, el humo de la mesa de al lado me provocó un ataque de tos que dejó parte del sushi inhabilitado.

5- Sí, dije que no tengo grandes temas con la comida, porque en Argentina esto no sería un tema así que no estoy acostumbrada a llamarlo como tal. Pero en Japón, todas las comidas que son con pollo (pollo frito, empanado, sandwich de pollo, alitas de pollo, hamburguesa de pollo, sopa de pollo, patitas de pollo, etcétera) incluyen la piel. Pueden desarrollar el tren de levitación magnética que supera los 600 kilómetros por hora, ¿pero no pueden pelar una pechuga?

3 comentarios:

  1. Hola Wan muy lindo tu blog y me encato esta ultima historia, pues no se si porque somos vecinas pero me senti muy identificada con esos "no gracias" la verdad.es que toca adaptarse pues como le digo a mi esposo vivir en China para nosotros es.una aventura cada dia pero nos encanta. Saludos no dejes de escribir


    ResponderEliminar
  2. Hola wan, soy ale esposa de Raffi. El me comento de tu blog y la verdad que me sirve mucho por que me prepara p lo que se viene! Me voy a llevar muchos carilinas!Jaja Más adelante nos ponemos en contacto por si necesitan que llevemos algo para allá! Sabes algo de la vida en Tokio? Hermosos los lugares que están conociendo!

    ResponderEliminar
  3. Me encantó !!!
    Algunos comentarios sobre tus puntos débiles en Japón:
    1.- Sobre este punto no voy hacer ningún comentario, porque si lo hago vas a tener que levantarte e ir al baño....ya me conocés.....
    2.- Ya se lo que te voy a regalar para tu cumpleaños...un par de repasadores !!
    3.- No probaste con el secador del "Toto" ? quizás te seque mas rápido y matas dos pájaros de un tiro...
    4.- Lo mas probable es que haya sido el efecto del vino blanco....que humo de cigarrillo....
    5.- Y...vos sos una chica Sushi, el pollo con la mano nunca....
    Espero el próximo capítulo !!! Beso grande!!!! y saludo a Esposo!!!!

    ResponderEliminar