jueves, 14 de mayo de 2015

Nagoya

Foto: Internet
Nagoya es nuestra ciudad grande más cercana. Es, de hecho la cuarta ciudad más grande de Japón. Y es espectacular. 


Es muy linda y organizada. Muchas líneas de subte, incluyendo una que recorre una forma de círculo y conecta todas las demás líneas. Es prolija, ordenada, limpia, moderna, cosmopolita. 



Otsukanon
Foto: Internet


Tiene zonas para todos los gustos e intereses. Una cultural, con museos. Una muy tradicional en la que hay templos, un mercado callejero, con parte techada y parte no, muchos puestos de comida, ropa, artículos varios usados y nuevos, todas las chucherías más útiles o inútiles pero simpáticas que puedas imaginar, en Otsukanon. 




Vista desde la Nagoya Tower.
Foto: Internet.
La calle más comercial, con partes que se asemejan a Nueva York, se llama Sakae y tiene todos los locales de moda, ropa, perfumes, joyerías, electrónica. Restaurantes tradicionales, otros occidentales (hasta uno estilo Kansas, el Outback Steakhouse). Una vuelta al mundo para subir a contemplar la vista panorámica de la ciudad, en un segundo piso. Desde ella, además, se ven parques en las azoteas de los edificios. 
Nagoya Tower.
Foto: Internet.



La Nagoya Tower, que salvando las distancias -eternas-, es la Torre Eiffel de Nagoya, es la torre de TV más antigua de Japón, completada en 1954. Los cinéfilos pueden recordar las dos veces que fue derribada (en la ficción, por supuesto): la primera, nada más ni nada menos que por el gigante Godzilla, en 1964, como parte de Mothra vs. Godzilla, y más adelante, en su remake, Godzilla vs. Mothra, lanzada en 1992, donde el responsable de su destrucción fue Battra, mientras la criatura atacaba Nagoya.



Acuario Público de Nagoya.
Foto: Wanda Sadowski
Nagoya tiene además el puerto más grande y más transitado de Japón. Exporta muchísimo, en especial, para la industria automotriz. Entre los puentes gigantes que tiene y la cantidad de barcos del tamaño de pequeñas islas, es imponente. Pero no sólo es conocido por su actividad comercial-industrial, sino que además, es visitado por miles de turistas ya que ahí está el Acuario Público de Nagoya, que sabe ser hogar de orcas, delfines, manatíes, pingüinos, y muchos otros. Personalmente, no apoyo ninguna forma de cautiverio, pero tengo que admitir que lo visité, y que el estado en el que lo tienen es muy bueno. Por supuesto, elegiría que esos animales estuvieran en libertad, pero me consuela pensar que los chicos japoneses puedan crecer con una mirada de ternura y cuidado hacia los peces, y no sólo la de pesca y alimentación que tienen los mayores.



No escapa de algunos de los componentes de cualquier ciudad grande. Algún artista callejero tocando en una esquina "a voluntad", panfleteros repartiendo las razones de por qué colaborar con Greenpeace, con WWF, más de un borracho (de noche, eso sí) y miles de neones y leds llamando tu atención a cada metro caminado. Al ser Japón, sí hay quienes recuerdan con demasiado cariño Rápido y furioso 3: reto Tokio, y puede verse cada tanto alguna Ferrari o Porsche haciendo una maniobra a la que no cualquier mortal se anima, como trompos quemando caucho en algún semáforo.



Sin embargo, lo que más me impactó la primera vez que fui a Nagoya, fue su manera de optimizar los espacios. En un mismo edificio encontrás: en la planta baja (a la que llaman "Piso 1"), un restaurante. Segundo piso, peluquería; tercero, un Starbucks; cuarto, un bar; quinto, otro bar. Siguiente edificio: primer piso, local de ropa; segundo piso, restaurante; tercero, Tully's coffee; cuarto, local de equipos de electrónica y cámaras de fotos... Y un capítulo aparte (y un segundo guiño a Rápido y furioso en Japón), los estacionamientos. Son todos así (aunque este puntualmente es en Tokyo):


1 comentario:

  1. Super Interesante Wan! me encanra tu blig no dejes de escribir. Mi cunada llega el martes a Japon estara en una ciudad que empieza con S no recuerdo el nombre pero talvez nos animamos y llegamos por alla, besitos Roxy

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