lunes, 23 de febrero de 2015

En la primera vez de todo se cometen errores?

Nuestra amiga ya instalada hace un año, V., nos llevó a S. y a mí a uno de los restaurantes de sushi en los que pasan los platitos en una cinta transportadora. Tengo que admitir que yo estaba bastante intensa con que quería comer en uno de esos, más o menos desde el primer día. 
 Con una sonrisa que no me entraba en la cara, me senté al lado de la cinta. Además de los platitos que circulan como por default, también hay una cinta rápida que corre por encima de la primera y trae los pedidos especiales que cada mesa pide a través de una pantalla. Cuando vienen éstos, empieza a sonar una alarma un tanto irritante. Qué sonido molestó, me quejé, y apreté el botón de "Listo"... Lo que yo no sabía, es que ese "Listo" hace que la cinta "rebobine"... y se empezó a llevar los tres platos con tempuras de langostino, antes de que los llegáramos a sacar. Metí la mano para interceptar los platos... y no fue tan inútil, recuperé uno... los otros dos aterrizaron con mucho estilo sobre la cabeza de la señora sentada en la mesa de atrás. Señora de atrás, de verdad, le pido mil SUMIMASEN, Gomen nasai, y Arigato gozaimasu!!

jueves, 12 de febrero de 2015

Que te instalen un servicio. En medias.

A veces nos quejamos de la calidad del servicio al cliente en Argentina, pero nuestros operadores tienen una mayor comprensión y posibilidad de respuesta/solución que mi nueva casa primermundista. O sea, creo que estamos más acostumbrados a que las cosas no sean "como dice el librito" y podemos inventar una solución igual. Acá, si la situación no es como la del manual, se pierden! Caos, no saben qué hacer, cómo reaccionar, no pueden pensar una solución cuyo problema no esté encasillado entre los del libro. 

Foto: Internet
Finalmente, después de un poco de tramiterío (dificultoso por el idioma, sobretodo), tenemos internet en casa. Y es casi un capítulo aparte. Es muy desconcertante tener a un desconocido que viene a instalar un servicio, parado en medias en tu living. Sobretodo si pasa dos horas así, y actuando con total naturalidad, hablándote (en japonés) sobre el módem y el router y la velocidad, luciendo sus medias negras con puntera roja sobre tu alfombra. Todavía no me acostumbro a eso, y ya vinieron varios! 

Foto: Internet
De hecho, las medias pasaron de ser un elemento casi propio de la intimidad, a un accesorio. En todas las casas, en algunos restaurantes, y en todos los probadores de ropa, hay que descalzarse. Siempre paso unos segundos recordando qué medias me puse antes de sacarme los zapatos, así sé con qué cara levantar la vista.