jueves, 22 de enero de 2015

Un departamento japonés

El departamento es muy grande y muy lindo por dentro (por fuera es bastante similar al concepto que tengo de cárcel... incluso la puerta es metálica y corrediza e incluye un ruido algo tétrico). Es muy luminoso, el living tiene un ventanal grande con salida a un pequeño balcón que por razones estacionales vamos a mantener clausurado hasta fines de marzo. Para mantener la casa calentita, los japoneses usan unas estufas a kerosene... pero largan un olor que marea! Hicimos el intento pero no aguantamos más de diez minutos. Quedamos con olor nosotros, la ropa, la casa, el acolchado. Un escándalo. Tal vez en situación de extrema necesidad podamos ser un poco más tolerantes, pero teniendo dos aires acondicionados que nos calefaccionan bárbaro, nos pusimos en exquisitos.

Foto: Internet
El cuarto tiene las características clásicas que vemos en El último samurai, 47 ronin y demás films del género. El piso está cubierto con una especie de alfombra similar a la esterilla, que se llama tatami, y de ahí también, que los cuartos son tatami rooms. El cuarto está dividido en dos partes, como si fuesen dos habitaciones, por una puerta corrediza de papel. Uno lo usamos como habitación, y el otro como vestidor. También tenemos un balcón para las dos habitaciones, pero cerrado. Aprovecho para colgar ahí la ropa que lavo (por primera vez en mi vida estoy usando lavarropas, aunque todavía no me animé a la plancha para no hacer lío con las camisas de esposo que tan lindas le conservaron siempre en 5aSec).

El departamento también tiene una especie de cuarto/depósito, que llamamos el cuarto de Hugo, por los Simpson. La verdad, da miedo! Es muy oscuro, no tiene ni una ventana, y la luz no sólo se prende con esas tiritas que tenés que llegar hasta la lámpara y prenderla, sino que encima tarda unos 15 -eternos- segundos en encenderse. Evito a TODA costa entrar ahí!

Foto: Internet
Algo llamativo es que acá los baños están separados. Para que se entienda bien, los llamamos así: tenemos el baño del inodoro y el baño de ducharse. El baño del inodoro sólo tiene eso, el inodoro. Pero no cualquiera. Los inodoros japoneses incluyen un dispositivo con diferentes botones, ya que también hacen las veces de bidet. Con lo cual tienen botoncitos para regular la intensidad del agua, la distancia, la dirección, y hasta vientito secador; y lo mejor de todo para invierno: se calienta la tabla. No importa a qué hora o temperatura vayas al baño, la tabla está siempre calentita, ya que el inodoro va enchufado con electricidad! Entonces ahora que hace un frío terrible, y despertarse para hacer pis durante la noche es una catástrofe nacional, al menos está el consuelo de que la tabla está calentita.
Además, también desarrollaron otro dispositivo para no desaprovechar el agua. Cuando apretamos el botón, el agua que va a rellenar la mochila pasa antes por una canilla así nos podemos lavar las manos ahí, y recién después baja a la mochila. Ingenio y eficiencia al máximo. 

El baño de ducharse, por su parte, tiene el antebaño, que es a su vez lavadero (bacha, espejo y lavarropas), y  separada por una puerta corrediza, la ducha. Pero su forma de asearse es diferente: hay una ducha, a donde los japoneses primero se sacan la mugre, y al lado, una bañadera cuadrada, a la que entran una vez limpios. Lo curioso? La bañadera queda siempre llena y ellos, van entrando como si fuese una pileta, sin cambiar el agua (la comparte toda la familia, y la pueden conservar caliente), y después de usarla le ponen una tapa. Ojo, eso ellos. Todo bien con su cultura, nosotros comemos su sushi y nos sacamos los zapatos al entrar a casa, pero esposo y yo usamos el duchador adentro de la bañadera y nos duchamos ahí, sin llenarla de agua. Punto fin.


Foto: Internet
Lo último muy diferente con respecto a nuestras casas, es que ahora tenemos unos cinco tachos de basura, ya que acá la clasifican en los hogares (y en todos lados). Cada variedad tiene su color de bolsa estandarizada en todo el país. Usamos un tacho para residuos plásticos (que hay que lavarlos antes de tirarlos); otro para residuos "combustibles" que son los orgánicos, productos de limpieza, etcétera; otro para vidrios, y uno más para residuos metálicos. Al mismo tiempo, tenemos otro en el que vamos guardando las cosas reciclables (también lavados) como botellas PET, los cartones de leche, y otros de ese estilo, y los llevamos a la recicladora. Ah!! Y no se saca la basura cualquier día, sino que cada tipo de residuo tiene su día específico para sacarla: los lunes y jueves la que se quema, los viernes la plástica, una vez por mes la metálica...

Este último, junto con sacarnos el calzado en la puerta de casa y nunca usarlo adentro, son los dos hábitos que más cambiamos en la forma de vivir. Adoptamos la cultura del país que nos adoptó.


1 comentario:

  1. El "Toto" (usualmente es la marca de los inodoros electrónicos en Japón, acá en Argentina es como "Ferrum" es lo máximo en Japón, una vez que lo probaste, no lo querés dejar nunca mas...

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